Pero que el titular no lleve a la confusión. Leica, la popular marca de cámaras fotográficas con más de cien años de historia, sí que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a las novedades en el campo de la fotografía, a diferencia de otra(s) (todos sabemos bien Kien, es, ¿verdad? ;)).
Desde que Oskar Barnack creó los primeros prototipos en 1913, desarrolló el concepto y convenció a su jefe, Ernst Leitz II para llevarlo a cabo, ha llovido mucho y Leica, desde entonces, ha participado en la inmortalización de innumerables momentos históricos y fotografías únicas como los niños niños quemados con napalm en Vietnam en La niña del napalm de Nick Ut (1972) o el momento en el que una bala atraviesa a Federico García Borrell en Muerte de un Miliciano de Robert Capa (1936).
Estas fotografías fueron realizadas por una Leica. Y desde entonces no ha dejado de formar parte de la información gráfica, la manifestación artística o de la moda, como los retratos callejeros de Bruce Gilden realizados en 2014 con cámara digital.
Pero si nos fijamos en el logo, no ha cambiado para nada desde 1913, como lo demuestra una campaña del 2011 realizada por la agencia F/Nazca Saatchi & Saatchi para la cámara Leica M9-P. El eslogan creo que es lo bastante explícito: “cuando sigues siendo diferente de todo, cambiar no tiene sentido”. Leica, un claro ejemplo de una marca que ha sabido cumplir con la máxima: cambiar por cambiar no, pero si se ha de cambiar se cambia. Ha cambiado a lo largo de los años evolucionando con ellos, pero manteniendo lo esencial, su identidad.
¿Sabes de alguna marca que también lo haya logrado? ¿Cuál?
Fuentes información: Huffingtonpost.es, Leica.com, Wikipedia. Fuentes imágenes: Leica.com, F/Nazca Saatchi & Saatchi, Huffingtonpost.es, Huffingtonpost.es